martes, 1 de marzo de 2011

El último atardecer.



Ese claro sostenido entre las persianas y el mar. Mar y tierra. Tierra de invierno cubierta de amarillo. Mar, ese amarillo caído de hojas que reflejan el sol. Mar y tierra, los dos inciertos y lejanos, intentando decirse algo pero no saben hablar.
Si estás, y escoges quedarte, recuerda entonces las cosas que no sabes, sujétalas bien, no las dejes escapar, llegará el día en que puedas saberlas.
Si estás, y sabes como amar, recuerda entonces las cosas que das, mantenlas del otro lado, no las hagas regresar, llegará el día en que puedas volver a tenerlas.
Si estás, y piensas marcharte, recuerda entonces las cosas que quieres, mantenlas vivas, no las dejes callar, llegará el día en que las merezcas.
Y caen las hoja, y parecen soles, y cae la nieve de espuma sobre el mar. Y dos están tan juntos que parece un final.

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